Un disyuntor es un patrón de diseño de software que se utiliza para proteger un sistema de sobrecargas o fallas debido a una falla en uno de sus componentes. Funciona al interceptar solicitudes a un componente o servicio en particular, y «disparar» o «abrir» temporalmente el circuito si el componente falla o se sobrecarga.
El propósito principal de un interruptor de circuito es evitar que una sola falla o cuello de botella se convierta en una falla más grande en todo el sistema. Al disparar el circuito cuando ocurre una falla, el disyuntor permite que el resto del sistema continúe funcionando normalmente, en lugar de verse afectado por la falla. Esto puede ayudar a mejorar la resiliencia y confiabilidad general del sistema.
Un disyuntor normalmente tiene tres estados: cerrado, abierto y semiabierto. En el estado cerrado, el disyuntor permite que las solicitudes pasen al componente o servicio protegido. En estado abierto, el interruptor automático bloquea las solicitudes y devuelve un error o una respuesta predeterminada, según la configuración. En el estado semiabierto, el interruptor automático permite el paso de un número limitado de solicitudes para probar si el componente o servicio se ha recuperado de la falla. Si las solicitudes tienen éxito, el interruptor automático vuelve al estado cerrado; si las solicitudes fallan, el disyuntor vuelve al estado abierto.
Los interruptores automáticos se usan comúnmente en sistemas distribuidos, donde diferentes componentes o servicios pueden ejecutarse en máquinas separadas o en diferentes entornos. Se pueden implementar de diversas formas, según los requisitos y las limitaciones específicos del sistema.
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